A hora y media del
Cuzco y siete kilómetros del pueblito de Limatambo se encuentra el Fundo
Carolina, un fantástico alojamiento rural empotrado en colinas de verdor
inapreciable a 2,200 msnm.
Alejado de los ruidos citadinos la naturaleza emerge
para agudizar los sentidos. Le llaman turismo vivencial porque es como volver a
los orígenes de la creación.
Ruinas de Tarawasi |
A un paso está el complejo arqueológico de
Tarawasi, a otro las aguas termales de Conocc, al frente el pueblito de
Mollepata, punto de partida para el camino a Machu Picchu vía Salkantay,
catalogado como uno de los mejores trekkings
del planeta.
En la administración
del albergue está la catalana Francesca Anglada y el peruano Miguel Chamorro.
Ambos atienden a los huéspedes, cuidan los 800 árboles de palta y otros
frutales, vigilan la granja de patos, gallinas, gansos y cuyes, hornean el pan
y amenizan las tertulias con historias de la resistencia quechua y la llegada
de los conquistadores.
De hecho, el fundo se levanta sobre un antiguo
asentamiento jesuita cuya iglesias y sus misterios siguen ocultos a ojos de los
profanos.
La cocina es de
“kilómetro cero”, es decir, basada en el cultivo propio y en los productos de
la zona, con el solitario auxilio de aceite de oliva español y algún otro
envasado.
Miguel y Don Darío |
El menú es tan variado como atractivo: un día trucha frita del
criadero de doña Julia con ensalada de tomatitos cherry, cortesía de don Darío,
comunero de la vecindad.
Otro día cuyes a la catalana, invento de Francesca,
que macera el pequeño cobayo en limón del huerto con hierbas aromáticas y algo
de chicha de jora. Va al horno de barro, construido con un par de cilindros y
alimentado con madera de huarango.
Horno de barro construido con dos cilindros |
Junto a los cuyes se hornea papa blanca
recién cosechada y se sirve con uchucuta,
salsa preparada con perejil, un toque de huacatay y rocoto. El resultado es
realmente estupendo. Al horno también fue un lechoncito tierno que comimos con
una abundante ensalada de hojas de hierba buena con cebolla a la pluma.
Choclos
con queso del distrito de Zurite, Anta, habas tiernas apenas pasadas por agua
hirviente, huevos de corral con yemas intensamente amarillas y verduras frescas
para elegir forman parte de un menú completo y tan sano que uno se siente
desintoxicado.
De postre, tunas de los pencales que abundan en la zona y crecen en los sitios más inimaginables (como en la punta de un techo abandonado y semidestruido), higos, duraznos, membrillos,
granadillas, mandarinas, manzanas, sauco blanco (el fruto es
rojo pero el árbol del que nacen es de flores blancas) y un largo etcétera que
da cuenta de la riqueza agrícola de la zona.
Reposo del Ángel,
Fundo Carolina, Pichuimarca, Limatambo, Cuzco. Tel (084) 791783 Web: http://reposodelangel.webs.com/
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