Tiene razón Raúl Vargas en el prólogo del libro al decir que bitute es
una hermosa palabra que condensa de alguna manera la idiosincrasia peruana.
“Bitute es la prudencia sin diminutivos”, dice. Es la cocina cotidiana, la que
se prepara todos los días en el calor del hogar con la única pretensión de
lograr la sabrosura y alegrar la vida de los parroquianos incluso en los días
en que la despensa escasea y la imaginación o los truquitos milagrosos de la
cocinera deben salir al rescate.
Toda cocina está hecha de mezclas, pruebas y experimentos. Y todas las
mujeres tenemos la manía de apuntar, registrar, dejar constancia, más “para no
olvidarnos” que por la necesidad de estandarizar los sabores. Estoy convencida
que en las casas de los pueblos se sigue conservando el sabor y el saber de
nuestra historia culinaria, y son en esas recetas de las abuelas, conservadas y
trasmitidas de generación en generación, donde se esconden verdaderos tesoros
que son una suerte de radiografía de la ciudad, su cultura, sus mestizajes, sus
productos y su entorno.
No es casual que cinco de los ocho recetarios que Javier eligió (entre
más de 60 consultados) sean hechos por mujeres, los dos restantes no registran
autoría y el último recopila recetas dispersas que no figuran en esos
recetarios pero sin las cuales no podría entenderse el “sabor limeño” que tiene
tanto de inga como de mandinga y de todo lo demás.
Tomando como fuente estos recetarios, Gastón adaptó y reinterpretó 70
recetas que luego plasmó Martha Palacios y su equipo de cocineros de Panchita.
En algunos casos la “intervención” de la receta fue para hacerla entendible al
comensal de hoy pero en otros fue para añadirle complejidad al plato a través
del empleo de técnicas modernas. Por ejemplo, el locro clásico lleva tres tipos
de zapallo trabajados con técnicas distintas cada uno de ellos.
Recorrer este libro no solo es un ejercicio de nostalgia sino una fuente
de historias deliciosas, anécdotas y curiosidades que no hacen más que
enriquecer nuestra historia y proveer de material exquisito para proyectarse al
futuro. La cocina limeña recién tiene un libro que la represente. El Bitute
está servido.
Bitute. El sabor de Lima. Autores: Gastón Acurio y Javier Masías. Ed.
Gastón Acurio & Telefónica Juntos para Transformar.
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