La
brasileña Helena Rizzo que dirige el restaurante Mani en Sao Paulo junto con su
esposo Daniel Redondo, obtuvo el Premio Veuve Cliquot a la mejor cocinera de
América Latina y fue premiada ayer en la ceremonia de los 50 Best en el Hotel
Country.
Es la mejor
y no se la cree. Bellísima, sencilla, con una tranquilidad zen que se refleja
en su cocina y en su entorno, esta joven de 35 años quiso ser cocinera desde
adolescente y aunque se distrajo unos años estudiando Arquitectura, llegó a los
21 como jefe de cocina en un restaurante de Sao Paulo. Se fue a estudiar cocina
en Italia y utilizó el modelaje para pagar sus estudios. Luego trabajó en El
Celler de Can Roca donde conoció a su esposo, Daniel Redondo, y juntos
decidieron regresar a Brasil y desarrollar un proyecto personal al que
bautizaron Mani (por mandioca, producto emblemático de su país), restaurante
que, siete años después de abierto, ocupa el puesto 46 en la lista de los 100
mejores del mundo.
Ese
concepto de “fluir” está exactamente plasmado en sus platos donde prima la
delicadeza, la frescura, la armoniosa mezcla de sabores diferentes,
desconocidos, que abren el paladar a una experiencia tan compleja como
emocionante.
Un ejemplo son los ñoquis de mandioca y araruta (tipo de tubérculo
que dejó de consumirse) en caldo dashi de tucupi (leche de mandioca fermentada
y aromatizada con hierbas).
Helena
forma parte de un grupo multidisciplinario que investiga plantas alimenticias
no convencionales, un día es la mandioca, otro es el maíz, o la cachaza.
“Hay
productos que nosotros mismos no conocemos y hay otros que la gente ya no come;
lo que queremos es recuperar esa historia y difundirla. Soy una investigadora
vivencial, no profesional. A veces la gente me trae cosas y yo voy probando,
sin prisas, sin presiones, para procesar lo que tengo en las manos
y ubicar en
qué sitio de mi memoria se encuentra ese sabor
para que su inclusión en la
receta no sea algo forzado sino respetuoso”.
Un postre
que expresa ese camino es Da lama (barro)
ao caos (plato inspirado en el
movimiento manguebeat que surgió en Recife en la década de los 90 que mezcla
ritmos regionales con rock, funk, hip hop y música electrónica). En la cocina
quedó así: berenjena ahumada, cuajada de leche de cabra, piel de lima de
Persia, gelatina de flor de naranja, pistachos acaramelados, crocante de masa
kinef y sorbete de ajonjolí negro. Todo un mundo puesto en un solo bocado.
Grande Helena.
Maní:
Joaquim Antunes 210, Jardim Paulistano. (+55) 1130854148, Sao Paulo. www.manimanioca.com.br. Menú degustación de doce tiempos S/. 400 (sin bebidas). Hora de
atención: todos los días almuerzo y cena.
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