Los Hakká se asentaron en el Sur de China y Taiwán luego de ser expulsados de sus asentamientos originales por los Han, etnia de presencia mayoritaria en China. Desde el siglo III fueron obligados a reinventarse a sí mismos para sobrevivir. Son guerreros, agricultores, comerciantes, reservados y con gran capacidad de adaptación. Un adagio chino dice: “sin chinos dejaría de existir el mundo, pero sin hakkás dejaría de existir China”.
Conchas y almejas salteadas |
William “Titi” Chan y su esposa Juana Chin abrieron su primer local en los años 50 en pleno Capón. Era un local sencillo, con sillas y mesas hechas por ellos mismos pero muy visitado por los hueleguisos.
Fieles a su trashumante ADN se mudaron sucesivamente, siempre buscando mejorar y crecer, hasta que recalaron en su local actual, que acaba de reabrir sus puertas luego de dos meses en los que renovaron la Carta y cambiaron el look del comedor. Hoy, la segunda y tercera generación de Chan están a cargo del negocio.
Gallina a la sal |
El Titi es un chifa con pedigrí, Summum lo ha nominado por tres años consecutivos como el “mejor restaurante de comida china”, y vaya que han hecho méritos para ello. Su cocina es muestrario de platos tradicionales de Cantón y Sechuán con guiños a otras cocinas de Oriente como la thai, pero lo que resalta es la técnica refinada y la calidad de los productos que emplea.
Los rollitos primavera, el wantán o los dim sum son ejemplo de su propuesta: los rellenos son generosos con carne picada a cuchillo; la cocción es larga para que la masa se ahúme al tiempo que se fríe: las salsas son hechas en casa (sin saborizantes ni glutamato).
Así ponen platos con títulos poéticos como “botecitos en el estanque de peces”, que no son otra cosa que ajíes rellenos con carne de cerdo, langostinos y castaña de agua. O platos cuya receta fue heredada por don William en mérito a su generosidad con el prójimo, como la gallina Kut Gion Kay y cuya preparación sigue siendo secreto familia.
Ofrecen además platos del día como las costillitas de cerdo horneadas servidas con salsa ligeramente picante (solo los martes) que se agotan al toque y otros especiales que requieren pedido anticipado, como el taufu relleno al estilo hakká.
Pato a la naranja |
En Carta se encuentra un inmejorable pato asado al sillao, cortado con
precisión de cirujano; mariscos con tau si con exacto punto de cocción como
para mantener conchas y almejas jugosas y vegetales al dente; y un pato con
naranjitas confitadas que me pareció la coronación de todo el saber y el sabor
chino.
Los postres son una agradable sorpresa que están a nivel de una cocina
refinada y cuidadosa.
Avenida Javier Prado Este 1212, San Isidro. Tel: 2248189. Horario de
atención: martes a domingo almuerzo y cena. Cierra los lunes. Precio promedio
por plato: S/. 45 soles. Punto débil: el estacionamiento