7.15.2017

SEMANA DEL VINO PERUANO

Julio es el mes patrio y el vino se puso la escarapela. Carlos de Piérola incansable promotor del vino a través de Barricas.com organizó la cuarta versión de la Semana del Vino Peruano que culminará el próximo domingo 23.
Esta vez el acento lo ha puesto en los vinicultores arequipeños quienes se unen con los productores de Lima, Ica, Cañete, Moquegua y Tacna ofreciendo sus productos en los restaurantes bajo la etiqueta blanquirroja que lleva el lema: Aquí orgullosamente ofrecemos vinos peruanos.
La semana de festejos incluye catas dirigidas a profesionales, cursos básicos de iniciación a la enología y una cena-maridaje en el restaurante Matria el martes 18. Arlette Eulert ha ideado seis platos para servirlos con otras tantas copas de vino de diversa geografía. El curso se dará el miércoles 19 y el jueves 20 en La Viniteca (Enrique Palacios 725, Miraflores). Información sobre horarios y costo en info@barricas.com
Finalmente, el somelier y catador de pisco Pedro Cuenta ha organizado el primer Salón del Vino Peruano en el Club Moquegua con la participación de quince bodegas de Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. Será el sábado 15 desde el mediodía en Avenida Salaverry 1901, Lince. Entrada S/30 y con almuerzo S/ 100 soles.

7.05.2017

DESCUBRIENDO COREA DEL SUR


Seúl es una ciudad bullente y ultra moderna. Hace 70 años era una aldea prácticamente semidestruida por las guerras. Hoy es uno de los países más adelantados en tecnología y con una de las infraestructuras más avanzadas del mundo. Basta ver el enorme aeropuerto en la isla de Incheon y cruzar un puente de 18 kilómetros de longitud que lo une con el continente para darse cuenta que estamos frente a uno de los tigres asiáticos.


Sakyamuni Maitreya

Corea del Sur un país montañoso,  con vegetación exuberante y humedad alta, por eso los paisajes son realmente espectaculares. Además de la belleza natural, los coreanos están orgullosos de sus parques nacionales distribuidos en todo el territorio, de su comida, de su historia, de su música (la escuchan  a todo volumen y todo el tiempo), de su cine y de todo lo que los rodea.

Museo Nacional. Mujeres preparando kimchi
Esa grandilocuencia se refleja hasta en los pequeños detalles. El Museo Nacional, construido en el 2005, es un edificio monumental que reúne reliquias, historia, costumbres y evidencias arqueológicas de 70,000  años de antigüedad. Los templos con las estatuas de Buda “más grandes del mundo” están por todas partes y se alternan con los mercados o puestos de comida ambulante que son el corazón de la ciudad. El 50% de la población se declara confuciano o no religioso, 20% es budista, 18% presbiteriano y 10% católico. Será por eso que no es un país especialmente ‘fervoroso’ como podría serlo Nepal o la India.

Templo Unmoonsa de monjas


Comer en la calle es un hábito cotidiano y los coreanos disfrutan verdaderamente de la comida. Una cierta tendencia a la obesidad es evidente entre la población más joven lo que quizás se deba a la creciente ‘occidentalización’ de los gustos.
Mercado Jagalchi Fish
El Mercado de Daegu en Gyeongju está lleno de historia. Se abrió en el siglo XVII como mercado herbolario dada la enorme demanda de la medicina natural. Fue el centro de actividades durante el reino de Silla lo que está registrado en el Museo de la medicina oriental. Cada puesto está equipado con banquitos o sillas largas donde convergen los parroquianos sin distinción de cargo u ocupación.
 
Mercado de Daegu


Hay jóvenes con corbata que salen de la oficina, otros con piercing o tatuajes que alternan con señoras mayores, niños en edad escolar, ancianos jubilados. Todos comen en un mercado bullicioso pero extremadamente limpio. Qué comen? Una de las muchas variedades de kimchi, hecho con col  o repollo macerado con vinagre y una pasta de ajíes picantes. Con kimchi acompañan un arroz blanco y apelmazado cocinado al vapor o fideos fritos y hervidos que son la base de la cocina corea. 


De hecho uno de los platos más populares es el bibimbap (hasta en el avión lo sirven) consta de varios montoncitos de verduras salteadas o crudas (zanahoria, hongos, zucchini, brotes de soya, brócoli, espinaca, algas) encima se echa el arroz (“bibim” significa mezclar) se sazona con aceite de ajonjolí y pasta picante a gusto.  Si quiere fideos pida un bibim guksu (ya sabe, “bibim” mezclar, “guksu” es fideos). 
Bibimbap con kimchi y caldo

También comen cerdo, pescados, mariscos y carnes. Lo condimentan con curry, soya, jengibre, aceite de ajonjolí, algas y mucho ají. Son muy amantes de las sopas, incluso en temporada de verano y de la parrilla coreana, llamada gogigui,  que consta de una plancha donde uno va asando las carnes o las verduras previamente cortadas en láminas delgadas y pequeñas, como para un bocado.


Al sur, en la provincia de Busan, la segunda ciudad más grande de Corea del Sur, está el mercado Jagalchi Fish Market donde se congregan en perfecto orden y limpieza cientos de pescadores con los productos del día, sean pescados o mariscos. Los pescados y mariscos se mantienen vivos en una suerte de piscinas o cubos de vidrio donde chapalean a su antojo. 

Hay pulpos, calamares, caracoles, ostras, choros y unos gusanos gordos rarísimos que nunca había visto en vida. También hay puestos de pescado seco salado de una variedad francamente envidiable. En la calle, una hilera de kioskos atendidos por diligentes señoras ofrecen comida recién hecha en la parrilla o en ollas hirvientes donde cocinan las carnes, verduras y condimentos adquiridos en el momento a la vecina de puesto.

Parque del Milenio

Hay muchísimo por ver en este sorprendente país que me pareció uno de los más interesantes que he conocido hasta el momento. Por ejemplo, el emocionante Parque del Milenio ubicado en la provincia de Gyeongju donde dos enormes manos abiertas, una en tierra, la otra en el mar son una alegoría a la esperada unificación de las dos Coreas.