12.07.2012

TRES GRANDES CHICOS


Testimonio de mi amistad con tres cocineros que murieron el viernes pasado en un accidente de carretera y mi homenaje a otros tres cocineros que no conocí personalmente pero cuya trayectoria y trabajo honro. Son seis las muertes que la gastronomía peruana lloró en noviembre.

Foto de Luis Pilares de El Comercio.
Artículo publicado en CARETAS el jueves 6 de diciembre.


Tengo la voz de Iván resonando en el oído. Me dice con ese tono suave y cantarín que esta vez sí abrirá su restaurante, que me pasará la voz para la prueba de platos, que su hermano Franco, el de Barcelona, el que trabaja en el bar de tapas de los hermanos Adrià, vendrá a capacitar a los mozos en la atención al público. Me lo dice con esa pinta de chico aplicado recién salido de la ducha mientras tomamos un café en Gianfranco. Iván está lleno de proyectos, muchos de ellos de ayuda social, de apoyo a la gente de ese Perú que queda al otro lado y que pocos quieren ver.

Tengo la sonrisa de Lorena clavada en la retina. Esa sonrisa que iluminaba todo el restaurante como si tuviera mil estrellas luminosas injertadas bajo la piel. Hace poco dejó la adolescencia, pero a sus 24 años era un espíritu de luz que trasmitía paz y sabiduría en cada uno de sus actos.

Tengo la mirada de Jason fija en el plato que lleva a la mesa y que presenta con esa mezcla de audacia y levedad que marcó toda su cocina. Es un niñote grande, guapo, con una bondad que se le escapa por los poros y un amor (por Lorena, por los productos peruanos, por nuestra cultura) que le abrió caminos y le alegró el día a día.

Los tres eran (son) magníficos representantes de lo que hoy es la nueva cocina peruana, una cocina solidaria, orgullosa de sus productos y sus productores, respetuosa del medio ambiente y comprometida íntimamente con su tradición. Su militancia gastronómica fue efectiva, no efectista; silenciosa no bulliciosa; generosa no alharaquienta. Ninguno pasaba los 35 años.

Iván era embajador de la Marca País, Lorena se había incorporado al hermoso proyecto Pachacútec de Ventanilla para dar clases sobre atención en Salón, Jason preparaba una Carta saludable con productos de la bioferia de La Molina. Los tres viajaron a Ayacucho en pos de conocer más de las papas nativas de la región. María Huamaní Flores, cocinera, productora de papa y participante de Mistura en varias versiones estaba con ellos, y se fue con ellos.

A comienzos de mes otro accidente de tránsito cegó la vida de Carlos Aymar Acevedo (37), cocinero que empezó vendiendo cebiche en carretilla y luego de ser elegido como el “rey de la leche de tigre” en una de las primeras versiones de Mistura, logró su sueño del local propio. “El verídico de Fidel” tenía dos locales y  muchos planes por concretar.

Hace poco menos de quince días, Lucila Salas, la querida madre de la cocina characata, dejó para siempre su oscura y célebre picantería de Sachaca donde reinó durante nueve décadas.

Noviembre es el mes de los muertos y de todos los santos, pero esta vez se le fue la mano. Demasiado rápido, demasiado pronto, demasiado.

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