Virgilio Martínez, Pía León y Malena Martínez, al frente del equipo de Mater Iniciativa llevaron a la práctica el discurso de la biodiversidad que forma parte de la propuesta gastronómica de Central y entregaron a los viajeros una suma de experiencias increíbles como asistir a la cosecha de papas con los agricultores, recoger choclos de grano grande (uno de los 10 productos con Denominación de Origen que tiene el Perú), visitar la Casa de la Chicha, conversar con Nilda Callañaupa líder de las maestras tejedoras de Chichero, participar en la ceremonia de la pachamanca y la huatia que prepararon doña Trini y don Francisco, y escuchar ponencias multidisciplinarias que atraviesan transversalmente el tema gastronómico.
Doña Rosa Quispe de Pumayalli, una de las tejedoras más antiguas de la comunidad |
Si la cocinera argentina Narda Lepes compartió su experiencia de aprovechar los camiones de las grandes empresas para transportar insumos agrícolas desde el norte hasta la capital; Leonor Espinoza de Colombia habló de su trabajo de investigación en los ecosistemas y su labor en FUNLEO, una fundación que identifica y potencia las tradiciones de las comunidades indígenas colombianas; y Karissa Becerra disertó sobre su trabajo educar el gusto de los niños a través de La Revolución. El chocolate de Iván Murrugarra, el café de Harry Neira y los Three Monkeys (productores cafetaleros del Cusco), los panes artesanales de Renato Peralta y Bertha Uribe, y el cañazo de Haresh Bohjwani (Destilerías Andinas), estuvieron presentes en cuerpo y boca a lo largo de la jornada.
Hilos de algodón nativo teñidos con tintes naturales |
El fin de fiesta fue con un banquete de mesa compartida preparado con la filosofía del campo a la mesa que aplicaron los cocineros asistentes. Arlette Eulert hizo un carpaccio de trucha, Matías Cillóniz una ensalada de beterragas con castañas crujientes, José Luján preparó un guiso de hongos de estación, Palmiro Ocampo entregó zapallo confitado con hilos de pato y Francesco de Santis unos rocotitos rellenos de cerdo. En la noche un ponche de quinua que incluyó los productos presentados en el encuentro, es decir: chocolate, café, cañazo, quinua y cañihua.
Todos los sabores y todas las sangres en una fiesta que celebra la biodiversidad.