Es gratificante
encontrarse con un restaurante que sobrevive al tráfico, a la moda y al
crecimiento urbano, fiel a la riesgosa apuesta de ofrecer un único plato
durante todos los días a lo largo de 31 años, cumplidos el pasado 24 de julio.
Una afección
hepática obligó a don Juan Ruggiero a comer todo sancochado durante varios
meses. Ahí descubrió las bondades de este saludable y consistente plato que se
consume en todo el Perú desde la época de la Colonia.
Hijo del cocido madrileño que a su vez lo es de
la adafina árabe (legumbres y carnes
cocinadas largamente en olla de barro que luego se sirven en dos tiempos: el
caldo y el resto), el sancochado de este palacio recoge la versión limeña
austera en ingredientes aunque exuberante en cantidad.
Consta de un buen
trozo de carne de punta de pecho, choclo, yuca, papa, col, zanahoria y una
generosa porción de arroz (excesiva para mi gusto). Aparte, un platito de
parcos garbanzos con tiras de cebolla que funcionan como salsita criolla, pocillos
con salsas de ají de diversos picores y una taza de caldo. No hay entradas, ni
café, ni postres. Acaso la única licencia sea el “vino de la casa”, eufemismo
que designa ese vino dulzón tipo borgoña, tan caro al paladar de los peruanos y
tan ligado a nuestra historia gastronómica.
La casa familiar de
los Ruggiero, convertida en un restaurante-museo que delata el espíritu
anticuario de su dueño es una suerte de homenaje a la Lima de los sesenta,
cuando el epicentro del movimiento estaba en la Avenida 28 de Julio y la vista
se perdía en los hermosos Jardines de la Exposición. Es divertido observar la
colección de cámaras fotográficas, de teléfonos y equipos de sonidos, de
boinas, sombreros, porcelanas y un sinfín de artilugios que formaban parte de
la vida cotidiana décadas atrás.
La sensación del
tiempo detenido se acentúa con los parroquianos que visitan el local. Es
inevitable contagiarse del aire de familiaridad que trasuntan las ventanas
cubiertas de visillos hechos a crochet o la mesa vestida con mantel de tela y
servilletas de papel. Pese al deterioro hay una digna pulcritud en los detalles
que le dan un toque entrañable al local.
El Palacio del
Sancochado. Avenida 28 de Julio 990, Cercado. Teléfono: 3310789. Precio: S/. 38
soles. Puede estacionar en el parqueo del vecino Parque de la Exposición. Horario
de atención: de lunes a domingo de 12 m. A 5 pm. No se acepta tarjetas de
crédito.
3 comentarios:
hola, estamos buscando blogs culinarios para un reportaje sobre los mejores restaurantes. Por favor, nos gustarìa que te contactes con nosotros al sgte mail:
irissilvaaliaga@gmail.com
hola, estamos haciendo una reportaje sobre blogs culinarios en el Perù, y queremos hablar con algunas de las personas q los dirigen. Que nos den sus opiniones y recomendaciones sobre la comida peruana y los principales restaurantes.
Te agradecerìa que me contestes para ponernos en contacto contigo
irissilvaaliaga@gmail.com
(revista La Barra)
Muy , rico. Aunque yo lo recuerdo servido todo junto como un caldito caliente propicio para estos días de frío.
Saludos...
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