En Montevideo las
librerías son más numerosas que las zapaterías. Las hay de dos pisos en
hermosas casas centenarias refaccionadas, o pequeñitas tras la puerta de un
garaje; en todas hay una cafetería o restaurante que acompaña la lectura o la
visita, y sobre todo, un joven y acucioso librero que orienta al lector.
Felizmente esa tradición libresca también la tenemos aquí, de la mano de la
estirpe Sanseviero, uruguayos de origen, que lo demuestran en sus dos
librerías: El Virrey y Sur.
Aunque la
gastronomía uruguaya no ha disparado los fuegos artificiales de la peruana, es
envidiable ver sus librerías con una amplia y variada sección de gastronomía
con títulos que no se consiguen aquí. También tienen una interesante producción
de revistas gastronómicas (que tampoco existen acá) y un público enterado e
interesado en sus productos de bandera: la cepa tannat y últimamente los
aceites de oliva con los que están logrando reconocimientos en el mundo.
Si bien el producto
omnipresente en la dieta uruguaya es la carne de vacuno (con sus estrellas como
el asado de cuero o el chivito) también impera una cocina mediterránea llevada
por los primeros inmigrantes (españoles e italianos) con los que logra
interesante fusión.
Uno de los
restaurantes visitados fue Rara Avis del chef uruguayo Fernando Pereyra. Ubicado
en el centro de la ciudad, el local forma parte del centenario Teatro Solís,
bautizado así en homenaje al navegante descubridor del Río de la Plata y hoy
Patrimonio Histórico del Uruguay. Este agradable restaurante combina una
fachada neoclásica con una decoración ecléctica, en la que el mobiliario Luis
XV convive con una cocina moderna, sencilla y bien trabajada apoyada en una
sólida cava donde brilla Preludio de la bodega de la Familia Deicas, vino hecho
con seis cepas y elegido como el tinto emblemático del local.
Pero una sorpresa
más habría de alegrar este viaje gracias a la periodista gastronómica Marcela
Baruch, anfitriona de lujo, que me hizo descubrir una pequeña chocolatería que
trabaja con cacao de varias partes del mundo, entre ellos un peruano de la zona
del VRAE de alta calidad.
Valga una
digresión para señalar que el ecuatoriano Santiago Peralta de Pacari acaba de
obtener ocho medallas de oro en la Final Mundial de los Internal Chocolate Awards
realizado en Londres. Uno de los premiados es el chocolate trabajado con el cacao Piura-Quemazón. Ojo con este producto que
silenciosamente está ubicándose en el firmamento de las estrellas.
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