En el restaurante Da Mario encontré a Carlos Rubini, probé los vinos que está importando y conversé con él.
Carlos Rubini nació entre parras y creció viendo viñedos. Durante muchos años fue Gerente General de Ocucaje y desde el año pasado se dedica a la importación de vinos argentinos. De la zona de San Rafael, en Mendoza, trae los estupendos Bianchi, bodega que tiene cien años de antigüedad y varios premios en su haber. La oferta es para todos los gustos y bolsillos, desde el amable y frutado Don Valentín Lacrado ($9) hasta el refinado Enzo, un grand cru poderoso ($90) considerado top en Argentina, pasando por los Elsa Bianchi, los correctísimos Famiglia en cepas cabernet sauvignon y malbec (mi preferido) y los jóvenes Arrabal. Otras sorpresas promete Carlos Rubini a lo largo del año, pero Bianchi es una interesante realidad.
1 comentario:
María Elena, esta nota es particularmente llamativa; me encantan los vinos argentinos y también los chilenos.¡Salud!
Un gran saludo.
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