6.03.2013

EL DISCRETO ENCANTO DE LOS HUEQUITOS




En la esquina de una esquina de la avenida Grau en Barranco donde alguna vez hubo una típica casona republicana está Arlotia, un pequeño restaurante de fusión vasco-peruana con no más de siete mesas en las que atienden a menos de quince personas por turno. 
El local conserva los techos altos y un trozo de claraboya que ilumina el corredor. La calidez que trasmite el espacio puede deberse al color rojo encendido de las paredes, a los cuadritos de hechura casera que enmarcan paisajes vasco-franceses sobre un fondo de papel de regalo o a un servicio que se percibe familiar y afectuoso. 
En la cocina está Pamela Gutiérrez y en el salón Bastien Garat, un matrimonio joven que aporta sazones y experiencias propias para lograr una fusión que fluye con naturalidad y sin efectismos. Bastien gerencia el restaurante, toma la orden, recoge y pone el servicio, alcanza los platos e indaga por la satisfacción del comensal con la eficiencia y celeridad de quien está habituado a la atención en horas punta. Pamela es peruana y estudió cocina en el Liceo Hotelero Biarritz en el País Vasco donde también hizo sus primeros pinitos culinarios. Su cocina de pocos ingredientes tiene sabores delicados, cocciones controladas y verduras al dente. 
De allí brotan con espontaneidad un sudado a la vizcaína, una tortilla a la española con salchicha de Huacho, un gazpacho andaluz o una causa al pimiento piquillo con caballa procesada en casa. Si debo ponerle un pero es al adobo arequipeño con puré de camote a la parmentier, cuyo sabor dista del original que la inspira (si suprimen el gentilicio, otro sería el efecto). La Carta es breve y cambia con frecuencia. Atienden desde el desayuno, al medio día ofrecen un menú con dos opciones para elegir tanto en entrantes como en fondos y tapas variadas que se sirven a lo largo de la jornada. El café es bueno y se muele al instante.

Arlotia: Av. Grau 340, Barranco. Tel:2562269. Horario de atención: desde las 9 am hasta las 11 pm. Domingos y lunes cerrado. Precio promedio por plato S/. 30 soles. No hay parqueo propio aunque el del parque queda muy cerca.

Otro huequito adorable es Miscelánea Dulces, una pastelería artesanal que ofrece un puñado de postres caseros hechos con insumos naturales, sin preservantes, colorantes y demás venenos adictivos. Patricia Delgado Roberts es una pastelera formada en el Cordontec y militante de los productos orgánicos. Prepara cakes, tartas, pies, trufas, brownies, alfajores, maná y una estupenda torta de chocolate que ofrece en porciones generosas. La encuentra en la calle Recavarren, en un local de un par de metros de frente pintado de rosa pink y lila con marrón en el que vale la pena detenerse.

Miscelánea Dulces: Recavarren 316, Miraflores. Tel: 2427139.
http://www.miscelaneadulces.com.pe

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