3.03.2008

MADEIRA


Música brasilera y comida fusión

Un agradable descubrimiento resultó este restaurante que tiene dos meses en funciones. El local es bonito, puro diseño de Carlos Pestana que aplicó con buen gusto detalles sobrios y modernos: la soguilla del frontis que forma dibujos geométricos, detalle que se repite en la Carta, el enorme árbol pintado en la pared sobre un jardín de canto rodado, el techo con estructura irregular, el piso de cemento con destellos metálicos, el marrón que se repite en manteles y adornos, crean atmósferas íntimas y amigables. En la cocina, el joven chef Daniel Sologuren, 28, se ha esmerado con una propuesta diferente e imaginativa. El toque personal lo dan los insumos preparados en su cocina como la sal de jamón, los cristales de hongos, el polvo de vino, la gelatina de palta y seguramente muchos otros que mi paladar no ha podido registrar en esta primera incursión. Probamos una entrada de pulpito crocante un pelín salado con guarnición de impecables lentejas achorizadas. La causa de pulpo fashion servida con pequeños bloques de gelatina de palta es un placer para la vista y el paladar. En platos de fondo, el mero murike en costra de maní de sacha inchi con salsa de cau cau, portobellos y papitas a la parrilla estuvo en su punto, lo que demuestra la habilidad del cocinero para tratar el díscolo sacha inchi de sabor invasivo. Pese a los calores veraniegos nos aventuramos a probar el osso buco con risotto de funghi porcini cocinado en grasa del tuétano, plato de intenso sabor que mereció aplausos de mis acompañantes. Finalmente, el napoleón de pollo con queso cabra y duraznos resultó una agradable reinterpretación de un clásico plato brasilero. En postres, el crocante de chocolate con plátano en sopa blanca a la canela estuvo rico pero sin aspavientos. Como en muchos restaurantes, el punto débil es el servicio. Los mozos son cálidos pero distraídos: se demoran en reponer el pan, retiran las copas antes de preguntar si uno quiere vino, se olvidan del pedido o se confunden a la hora servir agua sin gas y sin hielo (la trajeron con gas y llena de cubitos). Por otro lado, la Carta de vinos debe mejorar. Espero que el tiempo afine el servicio y mantenga la calidad de la comida. Larga vida, Madeira.

Ficha técnica

Restaurante: Madeira, restaurante lounge
Dirección: Av. Benavides 1761, Miraflores
Teléfono: 4450127
Horario de atención: lunes a sábado almuerzo y cena. Cierra los domingos.
Precio por plato: S/. 40 soles
Carta de vinos: modesta
Capacidad: 80 personas
Descorche: S/. 25 soles
Cubierto: S/. 8 soles
Acceso a minusválidos: Complicado por la gradita de entrada, pero tiene baño con barra

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando visité Madeira la atención fue atenta y rápida. Además de los detalles que señalas, me gustó que decoren los platos con flores comestibles. Un detalle original.

Unknown dijo...

Tienes razón, Pieri, las flores son un detalle muy simpatico. Y que bueno que te atendieron rapido, a veces pasa que los mozos se distraen. Por eso es tan importante la profesionalizacion porque asi ellos mismos ganaran confianza, mejoraran su autoestima y atenderan mejor. Es una cruzada que nos involucra a todos los que estamos en el tema culinario.
saludos